Sunday, June 24, 2007

A mis amigas...

En los últimos momentos, mientras aún arde una llama débil...

Amigo mío. Antoine De Saint-Exupéry

Amigo mío,
tengo tanta necesidad de tu amistad.
Tengo sed de un compañero que respete en mí,
por encima de los litigios de la razón,
el peregrino de aquel fuego.
A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido,
y descansar, más allá de mí mismo,
en esa cita que será la nuestra.
Hallo la paz.
Más allá de mis palabras torpes,
más allá de los razonamientos que me pueden engañar,
tú consideras en mí, simplemente al hombre.
tú honras en mí al embajador de creencias,
de costumbres, de amores particulares.
Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.
Me interrogas como se interroga al viajero,
Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido,
me siento puro en ti y voy hacia ti.
Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.
Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas
las que te informaron acerca de lo que soy,
sino que la aceptación de quien soy te ha hecho
necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.
Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.
¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?
Si todavía combato, combatiré un poco por ti.
Tengo necesidad de ti. Tengo necesidad de ayudarte a vivir.

Cuando el cansancio es tan poderoso como para permitir que un fuego se apague

Lo peor es cuando las fuerzas se acaban.
Es ahí cuando ves pasar todo sin hacer nada.
Es en éstos momentos cuando las cosas se terminan.
Porque las ves deshacerse pero ya no tenés fuerzas para intentar recomponerlas.

Aunque sepas que una vez terminado te va a doler más.
Aunque sepas que una vez terminado vas a lamentar no haber hecho nada.
Aunque ahora no te importe.

Y un día te das cuenta de que has perdido a alguien que quieres.