Tuesday, October 05, 2010

Tiempo

Que duele, duele.

Pero que hay que tomarlo como viene es tan verdad como lo primero.

Me acuerdo un montón de vos y de esos días. Si tengo que contar los ratos en que pienso en ti no me dan las manos del mundo. Pero que tú no estés es entendible. Bah! Qué digo entendible, es más bien consecuencia directa de lo que pasó; ojalá se entendiera. Lo que no se entiende nada, pero nada, es que los otros se hayan ido. Sin importarles que una vez estuvieron y que los que estuvimos seguimos estando.

Me pregunto si ellos se preguntan lo mismo. Si ellos siguen siendo tan ellos como antes. Si yo soy tan yo como esos días o si también terminé por irme hace tiempo.

Thursday, September 16, 2010

Para que ya no te agarre desprevenida

Your attention please.... para esos momentos inesperados: un dispensador de tangas!

Cuántas veces te encontraste en un baño público perdido, deseando haber salido de tu casa con un set extra de tanga? No te preocupes porque ya no es necesario pasar por esa desolación anymore. Si tenés 2 euros a mano, entonces tenés la tanga asegurada.

Y si la situación lo amerita, al lado tenemos el dispensador de cepillos de dientes... pero eso ya es para relaciones más largas...


Monday, February 22, 2010

Mi secreto...

A la entrada de la oficina donde trabajo hay dos relojes para marcar tarjeta. Uno de los relojes está a una altura normal, mientras que el otro, el de los gnomos, está aproximadamente a un metro del piso.


Descubrí que el reloj de los gnomos cambia de minuto más tarde de lo que lo hace el de los no-gnomos. O sea que por un lapso de tiempo, marcar en el reloj de los gnomos hace que el tiempo retroceda un minuto.


Mi secreto es que al llegar a la oficina, marco en el reloj de los gnomos, mientras que cuando me voy a casa marco en el de los no gnomos.


Y así voy robando de a minutitos...